domingo, 28 de septiembre de 2014


esa foto/

la que humedece el lente intimo, el del pecho 

la que limpia con lagrimas las instantáneas secuencias del abismo

la que gatilla con acuarelas en la penumbra

la que recupera su amanecer donde solo habita la noche 

la que tiñe de alborada el brutal silencio de cada mediodía

la que recupera su desliz en el movimiento preciso

la que sabe del momento emocionado con miradas

la que observa escondida detrás de su propio dolor encorsetado

la que saca la ultima foto de su amarga tristeza

y sale a gritar por la plaza 

su intima victoria de luz y algarabía.


viernes, 19 de septiembre de 2014

Hagamos piel con nuestras manos/ 
Y una borrachera suave de miradas/ 
delante de la roja lámpara/ 
como una niebla cómplice/
y bella/ 
sobre nosotros.

domingo, 7 de septiembre de 2014

La música tiene una piel que baila
la noche quiere siempre lo que nunca tuvo
la risa trae tonos que buscan tibiezas
pero los momentos son las únicas certezas que silbamos. 

miércoles, 23 de julio de 2014

Pasé por una brisa que tenia mis ojos clavados en su asfalto
y me refugié en dos silencios que había guardado en el bolsillo de mi biografía.
Fue el momento clave de mi respiro entrecortado 
y de las inmensas ganas de llorar que venían como de locomotora.
Fui entonces un circuito, una carabina, una mortaja
frente a los parpados luminosos de mis tataranietos 
sabedores de risas, colores y plazas, 
anduve por ellos en un grito comanche en desmesura
y fui descalzo a jugar a sus hamacas tibias. 

¿Y ahora? 
--Ahora solo invito al viento que un día fui. 

jueves, 17 de julio de 2014

Con la arcilla de este silencio
nuestro cuerpo un dia
dijo el grito mas incierto
dijo todas las palabras quebradas
dijo el asalto de un cielo
dijo la caverna de un eco
y dijo el futuro de un beso

Desde este mismo silencio fue abismo
fue hueco azul en su vuelo
y fue hijos que nos recordaron

También desde este mismo silencio amordazado
el tiempo posó su melodía
la música calló su pena
y yo pude --apenas--
murmurar sin ahogo 
este poema.

jueves, 26 de junio de 2014

Yo que había asistido al parto de lo que fui
y que me quedé extasiado viendo el duelo de ese llanto amniótico.

Yo que había sido certero de pasiones en cordilleras, peleas y bibliotecas 
vengo a saber hoy de pájaros en rutina ácida.

Yo que había corrido miles de llantos, uno por uno, 
que había hecho un buen teatro de retiros sin despedidas
y que había inaugurado el refugio de los libros secretos.  

Yo, ese yo casi parco y orgulloso, desconfiado y por primera vez, ante mi mismo: sin pleitesías, ni sacramentos, ni vergüenzas, digo:  

Yo, que nombré voces de la primera persona del singular, 
mientras pensaba en plural como orgía de palabras. 

Yo, que acompañé atento, a mi biografía cruzada por la Historia, 
y que invoqué las palabras profanas de un adiós a medias.

Yo que perjuré de mi vuelta en un tibio trazo de oleo amarillo
esculpido con incendios.
 
Yo que traigo este desorden de significados para vos,  o para alguien, 
que haga de esto, por fin, un tenue y fuerte poema honesto.

Yo que transité una a una las ciénagas del pretendidas de cada cielo
declaro
otra vez 
a la poesía 
como mi única e indefectible tumba.   

domingo, 8 de junio de 2014

cuando muere un poeta sola las piedras saben
gritan ese crujir de pidra contra piedra
dicen su soliloqio en despedida
hablan de sus ancestros
los poetas muertos
inscriben sus palabras en cada una de sus pieles:
laminas cinceladas
perfiles irregulares
letras arrinconadas. 
Pero solo ellas advierten
la muerte del poeta
y vienen a trabajar temprano
para afianzar su grito hueco
su llamarada de responso
su silaba muda,
pero sabia,
con rumores de inocencia.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Esa gente esta calladita/no hace grandes fuegos/ no esta en la tele/ son como el padre Mujica/ toman mate tibio/ en un barrial sin domicilio/ Andan de charlas en los bares/ y solo piensan en los que sufren/ disfrutan mas cuando dan/ y no mezquinan /  y silban bajito en las esquinas./ Esas y esos van en murmullos/ apilando / voluntades silenciosas en la noche/  

lunes, 12 de mayo de 2014

Vení. 
Acercate a esta rabia entera,
única, cabizbaja, fértil,
que empuja a mirar 
sin lentes 
cada una de las pasadas tinieblas. 

viernes, 18 de abril de 2014

Quise ver las ciénagas 
en los ojos de la codicia
y la aurora fugaz
en las cartas de amor nunca escritas

Y quise ver un numero impreciso de abrazos 
donde solo hubo tierra yerma, cal y sueño

Quise despejar dudas de negruras
donde existían vigas impasibles y quietas

Quise acompañar al Che en esa alborada 
cuando abría de veras el jordán de la historia 
e incluso de su mismísimo pasado

Quise ser tenue, sutil en todas mis cicatrices 
para no alentar espejismos de dolores incautos

Y quise soñar con mayúscula en cada tarde
cuando la ternura se me escapaba 
junto a las ratas de aquel verano. 

Quise decir todo lo que no fue dicho
y apenas pude conmigo, con mis silencios
con mi rabia y con mi grito. 

Creí que quise lo que verdaderamente quise
pero fue un soplo, un ruido escondido, 
un temblor esquivo
apenas un atisbo
en la faz de una pequeña historia. 

jueves, 17 de abril de 2014

Yo que fui capaz de negar la esclavitud
y vi a un rabino (maestro) quemarse las pestañas en fuego de libros,
yo que combatí imperios 
romanos y faraones.

Yo que morí en Treblinka y que acuné el Talmud en una casa de Amsterdam junto a los vidrios ajados del gran óptico, 

Yo que fui Metzadá herida en el centro exacto de la carne y la montaña 
y escribí sobre mi mismo la piel de mi propia historia.

Yo que traje a Freud a objetivar el sexo en su pasión real de incendios 
y juré con el Saber mientras tomaba lagrimas de cultura, 

Yo que me fui con Einstein a insultar La Nada, 
y nací con Nadina para esperar el Todo. 

Yo que crecí en un gueto destrozado donde la hermenéutica nacía larvada y alegre, 
y escuché a Emmanuel Levinas junto a una cortina rota al lado de la tarde

Yo que lo escondí a Wallerstein en la pieza de atrás para que los sabuesos de la historia no lo difamaran,
y que mire una vez a Derrida cruzar una calle en el sol vertical del Magreb.

Yo que nunca fui silencio y giré en las persecuciones para presentarles batalla, 
yo sé lo que es el Bar Mitzvá, quien es yehuda macabeo y quien es David.

Lo sé porqeu supe,  una vez, enunciar sus heridas  en la noche arrebatada, 
en su significado dolido y grave. 

Por eso --porque sé--
es que tarareo con quienes cantaron y cantarán la melodía del ritual. 

No para celebrar el brillo, 
sino para abrazarme con mis hermanos, 
los Justos, 
Jesus, Radowitsky, Osatinsky, 
esos que permanecen fieles 
e irónicos 
al lado de la chimenea azul 
de las rasgadas 
y amadas dignidades.  

miércoles, 26 de marzo de 2014

Todos tenemos épocas de Vallejos y tiempos de Whitman
unas son nubérrimas sin frazadas
salpican como dolor acurrucado. 
Otras son de serpentina, se deslizan
por recovecos de miel y madrugadas

Ahora sabemos
después de tantos trenes en el cuerpo
que habremos de cruzar ambos poemas
para poder acaso 
mirar el cielo. 

domingo, 23 de febrero de 2014

No le avisamos a nadie de este tono de corchea  sin medallas
Y nos hicimos cargo de la desorganización planificada de la inercia
Decidimos conspirar con antecedentes de ráfagas, de goces y de ausencias.

No fuimos eficaces con los mandatos graves de seriedad absoluta
Ni con quienes nos pedían mesura, estertor, rigidez y aplomo.

Solo decidimos sin escuadra ni disciplina beber el agua directa de la lluvia,
Quisimos mojarnos con su sol y reír a carcajadas del placer de la osadía 

domingo, 16 de febrero de 2014

me quedé en riestra de sabanas 
--con intemperie--
con un vino prometido, 
una serpiente de promesas 
de alguna noche entera
(augurada detrás de todos los tiempos buenos no cansados)

Fui en ese momento una suma de apilados Eros (en fotografías)
que venían de un tiempo bastante impreciso, quizas taciturno, de siesta, pero exacto.

Simples tardes, apuradas o mañanas en un rato
de combustión de uñas, silabas y goces

Algo que la especie humana 
practica en sus secretos
y que en nosotros 
tiene 
apenas 
un atisbo con ternuras.

Con brisa simple que alcanzan, 
solito, 
para una fiesta de miradas, 
incluso
en las ausencias.

O de espacio de recreo limpios 
en el patio, 
en  medio de la nada

Quizás seamos grititos 
en la medianía 
de unas simples vidas
o tenues vuelos 
sin alas 
por encima de los hombros:
¿Quién sabrá de esta dicha silabeada, 
con ritmo, 
en unos cuerpos?
¿Quién sabrá de alegrías simples y fluidas marcadas por roce 
y por minutos?
¿Quién sabrá 
--al fin-- 
frente a un par de tumbas:
Esos que están ahí...: 
¿Sintieron?

domingo, 26 de enero de 2014

ustedes creen despreciarla
la sublevan y la barren lejos suyo
la señalan en cada playa que conocen
y nunca la convierten en canción

ustedes la ven trastabillar en la escalara
la empujan en sus sueños
y la celebran en los velorios

ustedes la crucifican en su padre, su hijo y su espíritu non-sancto
o la humillan en sus hospitales
y no la nombran para no convocarla. 

yo
en vez
la desprecio
la desafío
taciturno
y la miro fijo a los ojos
de guadaña
antes de cobrarle su negrura. 



Hoy decidí tender las sabanas con palabras
Y me encontré un deseo escondido
Al lado de una almohada.
Intenté atraparlo
Pero se escapó por unos pliegues de la tarde.

Solo pude entrever su brillo sin cordura
Y su tibia nitidez con alegría.

Hoy aprendí que tender la cama
Le pone luz al cuarto.

sábado, 4 de enero de 2014

Esta tarde asesinó el poema
su forma simple 
de autenticidad desierta
su intención desolada e inmensa

Siempre nos refugiamos
en lo que está incrustado 
en los pliegues de la biografía,
en cada uno de sus cartílagos, 
en las astillas enojadas,  
en la médula furiosa

Esta tarde nos hacemos eco
de la inmensa desazón
que trae el silencio cansado