Y nos hicimos cargo de la desorganización planificada de la inercia
Decidimos conspirar con antecedentes de ráfagas, de goces y de ausencias.
No fuimos eficaces con los mandatos graves de seriedad absoluta
Ni con quienes nos pedían mesura, estertor, rigidez y aplomo.
Solo decidimos sin escuadra ni disciplina beber el agua directa de la lluvia,
Quisimos mojarnos con su sol y reír a carcajadas del placer de la osadía
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