Hoy decidí tender las sabanas con palabras
Y me encontré un deseo escondido
Al lado de una almohada.
Intenté atraparlo
Pero se escapó por unos pliegues de la tarde.
Solo pude entrever su brillo sin cordura
Y su tibia nitidez con alegría.
Hoy aprendí que tender la cama
Le pone luz al cuarto.
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