lunes, 29 de abril de 2013

la oscuridad tiene mala prensa
pero en su interior baila la piel desnuda
la noche sabe a tiniebla entrecortada
pero en el deseo tiene su puerto.

Sabrá la dicha su color de sombra?

jueves, 18 de abril de 2013

r
​esumo 
algunas piedras
aquello que un día seré
(y lo escribo sin tristeza, sin melancolía de suelas sucias) 
Habrá una placa de gris sobre los ojos rojos
una música detrás de ua puerta rota
un resumen de todo lo que quise en la tiniebla de mis dias
yh una enorme lucidez para no abandonar la risa

fue la rabia, ese argumento de los todólogos
de los que no se resignan a un poquito
​que saben que tienen poco tiempo
poco tiempo para vivirlo todo. 

resumo
sin saliva en los ojos
y con segmentos de tripas en los ojos
y que tecleo como todos mis piedras solidarias

y me tiemblo cobre mi
derramado
en una clase de Vida dada por un loco
hermoso recitador de todos los olvidos
Celebro 
brindo
llamo a la puerta del tejido de los dias
y reniego de todas las partituras leves
mientras sigo en el tejer furioso y vital
de la solidez y de la dicha-. ​


vamos a hacer los colores con un diatodos, únicos, llanos y eficaces, con una llama de lo que alguna vez vamos a sercomo Quevedolibre, indudable, atento y polvoriento, gritando desde la arena del mundo su venganza de poemaque canta su tiempo con un mendrugo en la boca y dice, calladito, Somos Tiempopero el mejor de los tiemposel que viene 

a quedarse 

de la mano de una costra y una risa

domingo, 14 de abril de 2013

Para Ana L.

Fuimos uno a uno
De lado
De gestión práctica a rencor cotidiano
De pulso, enjambre de casas y pañales

Yo tenía bruxismo vital
Vos, languidez lúcida

Yo quería Matar o  Morir
Vos solo querías vivir.




Buenas tardes
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Q soy de esta comarca, oled reguló, luis visceral
Q vine para quedarme, 
Que me quedo aquí
Que se rindan ustedes
Que me rio sin permiso
Que se me cae el dolor, se me escapa, se me nota
Que celebro las piedras
Que riego la sangre con otros líquidos
Que muerdo mis encías en el día
Q seréz un final deferente
En un siglo por fin de todos
Y el eco de mi voz
Alcanzara únicamente la altura 
precisa
del dolor humano.