lunes, 7 de junio de 2010

Para quien canto?


















A veces me rebelo
y quiero cantarle a los otros
a los lívidos
celestes de la dicha
a la risa efímera del día

Pero no puedo.
Vuelvo a caer en sus caritas
de papel con piel que me interrogan
con su llanto sin gotas de la noche.

Soy la compasión enfurecida que sacude
los pechos vacíos
el hambre hueco
el cielo asqueado de tanto sufrimiento.

Corro sin lástimas ni duelos
al viento del ardor que me oscurece
mientras lanza sus ojos ciegos
el brillo a tientas, el color del desgarro,
el desconsuelo.