sábado, 27 de julio de 2013

Sin secreto, ya sabemos


que nos tocaría la horca



por herejes, por blasfemos, 



por leer en los tugurios


siempre un poema de Lorca

miércoles, 10 de julio de 2013

Se Busca tenue labio para ordenar dispares puntillas cotidianas
y un todo de jadeo en sus comisuras para entender la autenticidad del mundo
Se precisa pocos minutos de una espera, nada llantos trasladados por golondrinas
y un secreto sin voces que curan las llagas de vivir a la intemperie
Se Persigue un cómplice apenas susurrado por memorias
y una lámpara que sacuda las posados sin ventanas.
Se busca soporte de piel para algarabía taciturna. 
se ofrece risa, silencio y mediodía. 

domingo, 7 de julio de 2013

Portador de Vilezas

Portador de Vilezas

Nerso de camino vacío 
sin arte en su quiebre tembloroso,  

Sin viento en lo ojos: 
casi un arismo que tiembla siempre 
curiosamente en perpetua retirada:  

Forza su ciclo de farsa 
con impostada, ridícula, elegancia
os perpetua desconfianza que tiempbla y tiembla  
en un juego añil y previsible
Estas ausente de cagón 
sin siquiera soñaduras.

La deslealtad es tu sino, 
tu impostura, 
tu bandera
todo con contagio ultramontano
leve, casi taciturno.

Insípido de profunda alegría en los huesos
humorada en patetismo hueco
denigras a los Honestos de la tierra
en el desprecio a la límpida Virtud

Sos albañal en sínodos que giimen
la vuelta permanente en retirada. 

Girás lejos del jazz 
(de de limpia plegaria) 
y estás cerca de del décimo 
de un abano turbio

Cáscara sin tempo, sin proteína, 
desteñido en cromas, en argumentos. 
impulsas defecciones, escondrijos, 
ubicuas razones de retaguardia. 

Pobre de pleura, de rebeldías
pobre de limpidez sin sesgo ni hidalguía
pobre de fresco ardor en la penumbra
pobre de vos: te espera la revuelta. 

Y pobre de vos mismo, tocayo, 
en tu inexistente cielo,
pobre de carencia, rodeado de basura, 
de insípida existencia. 

Pobre, en la tina de su fulgurante estiércol
con ratas comidas por engreído oro. 

Pobre cual riqueza de soledad marciana
y pobre en la certeza de tu propia abismo.

Pobre de cero en la mirada
porque  te esperamos pacientes en tu hora
y nos tiene atentos 
a tu paso en la vereda.