viernes, 26 de agosto de 2011


Catorce vidas de cielo
o veinte guirnaldas de carne en la risa
o dos mil años de rengueras morales
o una pira de fuego entre las memorias
o un sudor límpido de alegrías coloreadas
o el agite del cuerpo en cada uno de sus pieles
quedandonos --caprichosos-- en la dicha chiquitita pero enorme
o lo que queremos sin palabras de sofá
o los puntos y aparte a los diálogos de la supervivencia
o el guiño de agua calcado en la mirada
o las mañanas que abren dichas enarboladas
o la vida queriéndose un poquito
(mientras podemos
seguir el juego de la risa picara del Tiempo)
Casi nada...