martes, 1 de abril de 2008

Lo que buscamos


Todos estamos buscando
caras donde ubicar la santa mirada altiva de la vida

Y estamos buscando un escondrijo de hombro donde las ratas no penetren

Un escondrijo de útero de colores ciegos regados con leche de madre.

Todos buscamos alguna respuesta refugiados en la brisa lánguida de un domingo final.

Todos buscamos a quienes nos persiguen
e intentamos detectar a quienes escriben los guiños de un abrazo.

Todos buscamos lo que no encontramos
y el juego ese nos consume mierdametne la claridad de muchas, demasiadas, mañanas.


Todos buscamos un pájaro perdido en un pliego de nuestra memoria
y todos buscamos una canción ardida que nos libere del peso
que nos planta, nos clava, nos mortajea en la lluvia y en el charco.

Todos buscamos un único ladrillo pedregoso
búfalo en salivas
donde podamos decir que estamos a gusto.

Todos, también, eludimos las preguntas
del espacio y el lugar de nuestra tumba
del pasto que será en la
memoria de los otros.

Todos buscamos un amuleto, un signo y un abismo
en el que volar hacia nosotros mismos
sea mas que una simple cuestión de equilibrio
y que ese vuelo nos permita
soñarnos con otros en el tajo de la noche.

Y todos nos olvidamos a menudo que buscamos unas piedras para tirarle al firmamento, a ese,
al que nunca se le ocurrió firmar
ningún testamento digno de esperanza.

Pero buscamos,carajo,cómo buscamos.
Impertinentemente
Caprichosamente
Buscamos dejando gajos de minutos regados con llantos
pedazos de carne en las respuestas

Buscamos debajo de la mierda de la historia
arriba de la lampara iluminista que solo alumbró la fábrica de muertes.

Nos interrogamos cómo dejar la firma en un agujero
en un perfil
con rostro y compañía.

Y, aunque no lo digamos,
sobre todo,
buscamos respuestas simples, graciosas, de pocos besos
caricias de labios que sellen el tamaño matemático del dolor
para que una mirada logre fotografiar
lo que vieron una vez
unos ojos y unos dias.

No hay comentarios: