domingo, 15 de mayo de 2022
Las sanciones contra Rusia son un búmeran
sábado, 7 de mayo de 2022
Regimiento Inmortal (Бессмертный полк - Bessmertny polk)
miércoles, 16 de junio de 2021
Un terror invisibilizado
miércoles, 9 de junio de 2021
El maestro rural
El maestro rural
El maestro ruralSi América latina se americaniza de forma cobriza,y los planetas se organizan en un sitial de voces híbridas.Si los rostros aúnan su memorias primigenias,algo va a salir bien.Si este sud-continente plantado en las antípodas de un otro expoliadoracomete su entusiasmo de autenticidad y barro,algo va a salir mejor.Si esta tierra plagada de dolor acumulado,impuesto por codicias de oro y plata colonial,avanza hacia su logos comunitario,algo se va a poner bello.Si esta latitud lacerada, enjuagada en el sudor del trabajo ancestralseñala la miseria de quienes producen la miseria,algo puede funcionar.Si las lágrimas de los que pelearon su sinoy la llamarada de los que acumularon sueñosy los que nunca se rindieronse hermanan en una tensión de brazosalgo logrará su brillo.Si los que guían a sus propios muertosen la dicha de futuros buenosabren su esternón a las voces humildesy los que algunas vez planearon con un vuelo de pueblosreiteran sus convicciones articuladas,algo alcanzará su lugar sereno.Si quienes aman la respiración tenuede cada una de todas las formas de la vidaSi los que saben del sabor de la tierra en la esquina de sus lágrimasesperanzan sus manos,algo se abrirá en la noche.Si los ecos andinos, selváticos y pampeanos logran interpelar las voces de los Amaru,de las Juanas Azurduy,de los Katari,de las Tanias,de los San Martín,de las Monika Ertl,de los Monteagudo,de las Vicky Walsh,de los Bolívar,de las Michelle Franco,de los Artigas...entonces...Todxs estos cuerpos ajados en nostroxsvolverán a entonar su aritmética inmensidadde estrellas.
viernes, 27 de noviembre de 2020
Diego
Cada uno se queda con el retazo de imágenes que puede asimilar, que no le resultan dañinas. La memoria inmediata es selectiva y tiene vericuetos íntimos, siempre rodeados de inscripciones, mandatos y sombras. Uno decide recordar el trayecto de vuelo que elige, para seguir este camino de sueños del brazo de lxs otrxs. Uno apuesta a las instantáneas que hacen soportable ese aleteo del tiempo por venir. Entonces irrumpen algunas fotos recientes que conmueven a quienes tienen siquiera una terminal cardiaca en lxs que más sufren: esos gritos y esos llantos humildes pronunciados desde todos los suburbios olvidados del margen vital. Escenas que remiten a una canchita de piedra y barro de Fiorito, clavada en los ojos de muchos pibes con zapatillas rotas, con ilusiones inmensas de glorias difusas. A mi se me aparece, por sobre todo, esa rebeldía que lxs atildadxs bienpensantes del privilegio no podrán nunca soportar. Y entonces una mínima mueca de risa se me cuela en el medio del dolor. Decido, especialmente, quedarme con esta señal de asado escupido en las narices del poder. Con esa insolencia lanzada en la cara de las sucias pompas mezquinas. Cada uno se queda con lo que puede. jne
sábado, 17 de octubre de 2020
Negro el 17
Era el 17 de octubre de 1951.
Habían pasado 6 años de la fecha en la que irrumpió la sangre arrinconada del
subsuelo de la Patria.
Eva Duarte de Perón hablaba en la
primera transmisión televisiva. “Tenía que venir” –afirmó ese día, con la voz
lastimada por el Cáncer que la oligarquía festejaba– .
"Jirones de su vida" –
prometió después de calcular un crédito imposible de saldar con el esfuerzo
avasallado de lxs trabajadores.
Palabras con perspectiva
profética. Frases que se reiteran en la cosmovisión popular inmanente a cada
generación que se suma a las demandas adeudadas. Ecos de una voz que se convierte en tatuaje
impreso en la conciencia humilde. Palabras que caminan sin automatismo pero con
dirección. A veces en muletas. Muchas veces descalza o encerrada en cárceles del
oprobio. Y otras veces con melodías despegadas del suelo, dispuestas a volar su
promesa de amor hacia los más vulnerables. Palabras que crecen en su
persistente continuidad postrera.
Desde que los 17 de Octubre los
plebeyos irrumpen desde los márgenes todo es menos previsible para los civilizados
bienpensantes. Algo se despliega desde las cavernas del cansancio moral en
forma permanente. Lo que antes era invisibilizado por vergonzante ahora se
exhibe con orgullo. Se congrega desde un aluvión hermanado por una presencia inconmensurable.
“Si el pueblo me pidiese la vida,
se la daría cantando, porque la felicidad de un solo descamisado vale más que
toda mi vida”, dijo, en plena parábola de la reciprocidad vital. De aquello que
se expresa como entrega al desamparado. Del que deja su egoísmo de lado para
darle título al cariño, a la ternura, a la cura del dolor ajeno, a la epifanía
del amor supremo.
Lo popular solo nace como
consciencia de intereses colectivo. Por eso es ese 17 irrumpe el hecho maldito
del país burgués. Porque funciona como un freno a la avaricia de una clase
acomodada que solo tiene ojos para defender sus intereses privilegiados y al
mismo tiempo desatender el sufrimiento de las mayorías.
Este tejido simbólico de memorias
es una presencia insistente y abismal para los ojos horrorizados del
liberalismo eurocéntrico. pero es también –al mismo tiempo– el reconocimiento
de un poder popular que les produce un pánico exasperado porque se encolumna
detrás de un proyecto propio.
El 17, FORJA, Perón, Evita, la
Resistencia, los 30 mil compañerxs detenidxs-desaparecidxs y Néstor Kirchner
son los rugido de quienes se empecinan en lograr formas de felicidad terrena. Y
son el miedo atroz de lxs blanqueadores de
tumbas, empecinados en esconder su racismo estructural.
“Me quema en el alma, me duele en
mi carne y arde en mis nervios: es el amor por este pueblo".
miércoles, 15 de julio de 2020
miércoles, 17 de junio de 2020
sábado, 18 de enero de 2020
lunes, 30 de diciembre de 2019
martes, 24 de diciembre de 2019
miércoles, 27 de noviembre de 2019
domingo, 17 de noviembre de 2019
Militancia
Para vos que siempre pensás en la forma suprema del coraje con nombre de Madre y apellido de Plaza de Mayo.
Y para vos que intuís que nunca lograremos hacer lo suficiente para homenajear a nuestros 30 mil compañerxs.
Para vos que endureciste nudillos luego del 22 de agosto de 1972, con rabia de puñales en los ojos.
Para vos que me acompañaste a las cárceles a visitar a los perseguidxs y te fuiste honrado de las dignidades humanas.
Para vos, piba, que saliste a la calle a revolea
Para vos que esperaste a Perón en Ezeiza mientras las balas silbaban otra vez contra la esperanza.
Para vos, hijx, que ya sabés que la política puede ser muchas cosas pero sobre todo debe ser amor consuetudinario, concentrado.
Para vos que acaricias la fotos de quienes te impulsaron a ser parte de algo más importante que vos mismo.
Para vos que tuviste que exiliarte, esconderte, llamarte a silencio sin que logren por eso hacerte perder las convicciones.
Y para vos que no te quedás en el pasado y que redoblás hacia el futuro el compromiso de quienes resistieron, cayeron y dolieron.
Para vos que escuchás un bombo y percibís que el poder del pueblo es una certeza musical enorme.
Para vos que tenés tatuadas las voces proféticas de un 17 de octubre y de un 29 de mayo.
Para vos que hacés del compañerismo la amistad más duradera.
Para vos que me enseñaste que la militancia es la convicción del abrazo.
Y para vos que nunca olvidaste el rostro del enemigo ni cuando te atemorizaban o se disfrazaban de márketing con humo de fin de la historia.
Para vos que escribís consignas con melodías de cancha en medio del laburo.
Para vos que escuchás las maldiciones del poder en silencio mientras planificás tu resarcimiento futuro.
Para vos que pedis llevar las banderas a pesar del viento y los gases.
Para vos, viejita mía, que me enseñaste que la categoría vital más profunda –aunque hoy no esté de moda--, debe ser la palabra “revolución”.
Y para vos, hermanx, que sabés que la militancia finaliza --únicamente-- cuando la despedida señala la hora valiente del adiós.
martes, 13 de agosto de 2019
martes, 9 de julio de 2019
Jorge Elbaum