sábado, 18 de enero de 2020


Las hazañas estólidas del diputado Wolff
Jorge Elbaum 



Abro hilo) (1/9) Seguramente mi amiga y admirada Graciana Peñafort podrá especificar el error técnico-jurídico que se aprecia en la nota publicada hoy por infobae firmada por el Papanata Pretencioso Waldo Wolff.
(2/9) Pero adelanto algunas apreciaciones: En la nota afirma que la muerte del fiscal “fue un magnicidio” dado que “la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dijo por unanimidad que su muerte, más allá de la manera en que se produjo, estuvo vinculada a su función de fiscal federal…”.   
(3/9) “Esta instancia ya es inapelable.”, agrega, sin que se aprecia síntoma alguno de rubor, vergüenza o bochorno. Es decir que, según el Papanata, se ha comunicado un fallo de la CSJ sin que exista un juicio previo (¿?). Novedad bastante llamativa para el orden constitucional argentino.
(4/9) Más allá de que no ha habido aún un juicio oral y público por la muerte del fiscal (cuyo resultado incluye apelaciones ante Casación y la CSJ), es tan ignorante que también patina respecto a la existencia de potenciales apelaciones a la CSJ (luego de que el juicio se lleve a cabo).
(5/9) El tribunal de alzada correspondiente es la Corte Interamericana de Derechos Humanos. (CIDH).
(6/9) En el típico tour de force de un psicópata de calibre agudo, agrega --después del inexistente fallo de la Corte Suprema--: “La muerte del fiscal Nisman nunca va a tener una definición jurídica…”
(7/9) Esta conjetura encierra el mejor de los mundos para los cambiemitas goebbelesianos: una culpabilidad permanente sin derecho a defensa. Lo que Wolff busca impedir es que un tribunal falle en coincidencia con las pruebas que ofrece el expediente,
(8/9) y que constate lo que es obvio: que su admirado amigo Nisman se suicidó. La derecha argentina utilizó los últimos 5 años) para perseguir a dirigentes del campo popular con el objetivo de abortar el Proyecto Nacional.
(9/9) Se le viene la noche a los Papanatas Pretenciosos. Por eso busca instituir un fallo que no existe y al mismo tiempo impedir que el juicio se lleve a cabo.   El nivel de necedad e incompetencia alcanza niveles difíciles de superar.