lunes, 30 de diciembre de 2019

Hoy es el primer aniversario del fallecimiento de Héctor Timerman.






Tiempo antes de de su triste deceso el Llamamiento Argentino Judío lo visitó en su casa donde permanecía detenido por decisión de Bonadío, Stornelli y mandato explícito del macrismo. En aquella ocasión le entregamos una copia del "jerem" con el que Baruj Spinoza había sido sentenciado injustamente por las autoridades religiosas de Amsterdam que no soportaban la libertad y el cuestionamiento que el filósofo holandés expresaba. Con esa visita quisimos expresarle nuestro afecto y la certeza de que esas persecuciones miserables (la vivida por Spinoza, la sufrida por Héctor) iban a quedar en el desván de la historia. Que la verdad vendría a rescatar sus nombres. Y que nosotros llevaremos sus vidas como ejemplos de coherencia y convicciones.

Aquel 30 de diciembre nos referimos a su partida con estas palabras.

Despedimos a Héctor Timerman, argentino judío, compañero e integrante del Llamamiento. Y aunque sabíamos de su enfermedad, su muerte nos duele.

Fue calumniado hasta el hartazgo por los medios hegemónicos, perseguido injustamente por jueces perversos e injuriado por un régimen corrupto y enemigo de las mayorías populares.

Acusado de “traición a la patria”, la crueldad del juez de la causa le negó el permiso para a viajar a Estados Unidos a continuar con su tratamiento contra el cáncer. Finalmente, no pudo tener la reivindicación justa de su inocencia en el juicio que él deseaba apurar —renunciando a instancias dilatorias— para demostrar su inocencia frente a una acusación infame y así poner a salvo su honor mancillado.

Quizás, lo que más le dolió fue la persecución de las autoridades de la DAIA y la AMIA que lo tildaron de traidor a su condición de judío de la que se sentía orgulloso.

El pueblo empoderado se encargará de colocar en el basural de la historia a los que fueron capaces de tamañas vilezas.

Compañero Héctor Timerman, que descanses en paz. Z’L