Fidel
Fuimos contemporáneos de gran parte de su vida. E intuimos
que lo mejor de los próximos milenios vendrá del diálogo de su perfil con el
del Ché junto a Farabundo, Evita, Sandino y Martí. Esta esfera en movimiento
latirá sus olores latinoamericanos y las inscripciones en la piel tendrán
genéticas sanmartinianas en cruce con Bolivar. Esta contingencia cromática ya
no puede borrarse de ningún trazo histórico. Está ahí para que aprendamos. Para
que seamos capaces de soñar cualquier cosa, incluso los territorios vedados.
Estos imaginarios se ensancharon, se ampliaron para entrever mundos solidarios
rodeados de entereza, resistencia y altruismo. Guardan voces raspadas en las
tareas minuciosamente anotadas en el cuadernito de las prioridades. El
por-venir tiene raigambres de nombres y encrucijadas repetidas, realizaciones
bellas, altivez y geometrías imperfectas. Sucede que el imperio tarda en
descascararse y en su trayecto amargo desparrama lava de hiel sobre el mundo,
confusión en el deseo y muerte en los márgenes que traza. La ingenuidad es el
peor de los defectos para quienes escuchamos sus palabras. Feliz cumple,
comandante. (jne) http://bit.ly/2KIu1Su