domingo, 8 de junio de 2014

cuando muere un poeta sola las piedras saben
gritan ese crujir de pidra contra piedra
dicen su soliloqio en despedida
hablan de sus ancestros
los poetas muertos
inscriben sus palabras en cada una de sus pieles:
laminas cinceladas
perfiles irregulares
letras arrinconadas. 
Pero solo ellas advierten
la muerte del poeta
y vienen a trabajar temprano
para afianzar su grito hueco
su llamarada de responso
su silaba muda,
pero sabia,
con rumores de inocencia.