viernes, 14 de octubre de 2011


había un hombre que peleaba contra si mismo
se arrojaba las criticas a la cara
pero nunca era una pelea desigual
había carcajadas, ternuras y países
en su desgarro, su multiplicidad, su cielo.


peleaba convirtiéndose en el hijo de si mismo
en su estaca, en su vuelo, en su mañana del dia despues
en su conflicto de interpretes y promesas promisorias de lo que vendrá.
Casi un homenaje al tiempo
a lo que no nació
al ruido que se refugia tenue
en el estómago del que sufre en la pelea
en la sabiduría rota, detenida, de lo que siempre falta
no por ingenuidad de perfecciones
sino por enfrentamiento y duelo
contra si mismo
contra la educación que nos habita.


Si educarnos es hacer estallar cerebros
como plutarco dixit
el engranaje explosivo deberá contener mirada del biznieto
que apenas dará la silaba única de su tatarabuelo
la denigrada carencia de un viento triste
sobre nosotros
sobre las pocas verdades de este tiempo:


Hay solo un hombre del tiempo venidero
que en secreto
a hurtadillas
nombramos como un único estornudo vital y limpio.